Todo empleado que sueña con tener una carrera exitosa tiene interés en formarse para desarrollar sus habilidades. No importa el campo de actividad, los métodos y técnicas para llevar a cabo ciertas tareas evolucionan constantemente.
La formación es posible gracias a los diferentes dispositivos establecidos por la empresa en el marco de la gestión del personal. Este es el caso del plan de formación individual, también conocido como Protocolo de Formación Individual (PIF).
Surgen muchas preguntas sobre el plan individual de formación. Este artículo reúne la información más relevante sobre este tema.
Un recorrido sobre el papel de la empresa en la formación de los empleados
Cada empresa debe establecer un plan de formación cada año. Aunque no sea una obligación legal, esto les permite cumplir con sus diversos compromisos. Es importante señalar que el empleador debe:
- Mantener la empleabilidad de sus colaboradores
- Organizar entrevistas con sus empleados cada 2 años para hablar sobre su evolución profesional dentro de la empresa
- Ofrecerles formación.
La elaboración de este plan individual de formación les permite elegir las acciones a llevar a cabo para cumplir con las obligaciones mencionadas anteriormente.
El plan de formación también es una herramienta de gestión de recursos humanos. Permite a la empresa adaptar las habilidades de sus empleados a sus necesidades de desarrollo.
Para su información, se elabora cada dos años después de reuniones obligatorias. El empleador, los representantes de los empleados y los responsables de la formación participan en ellas. Cabe señalar que existen diferentes tipos de acciones de formación.
Las acciones de formación obligatorias
Agrupan todas las formaciones que los empleados necesitan para realizar su trabajo actual. También es posible que se programen en el marco de un cambio de actividad profesional.
De hecho, cuando un empleado va a ocupar un nuevo puesto, el empleador puede proponerle formarse. De esta manera, adquirirá las competencias necesarias para desempeñar sus nuevas funciones.
Las acciones de formación no obligatorias
Estas también permiten a los empleados adquirir nuevos conocimientos y habilidades. Sin embargo, no son necesarias para llevar a cabo su trabajo. En realidad, son formaciones que les permiten a los empleados avanzar en su carrera dentro o fuera de la empresa.
Los otros tipos de acciones
El plan también puede incluir otros dispositivos de formación. Este es el caso del:
- balance de competencias,
- validación de las competencias adquiridas por la experiencia (VAE) o validación de las competencias relacionadas con la experiencia profesional.
El Plan Individual de Formación, ¿qué es?
Como se mencionó anteriormente, formarse es una forma de asegurar el desarrollo profesional. No hay que olvidar que las técnicas para llevar a cabo diversas actividades evolucionan con el tiempo. Es necesario dominarlas para tener más oportunidades de progreso en la carrera profesional.
Además, desde 2009, los empleados pueden beneficiarse del derecho individual de formación o DIF. Es un beneficio que se puede aprovechar después de trabajar durante un año en la misma empresa. Fue reemplazado por el cuenta personal de formación o CPF. El principio de ambos dispositivos sigue siendo el mismo.
Este derecho individual permite a cada empleado disfrutar de un crédito de 20 horas al año, acumulable. Es accesible independientemente del contrato de trabajo. En otras palabras, incluso en caso de despido o renuncia, sigue siendo válido.
Para una persona decidida a emprender un proyecto de reconversión profesional, tener un CPF es una verdadera ventaja. Puede recibir formación de forma gratuita, lo que facilita el logro de sus objetivos.
El Plan Individual de Formación o PIF es uno de los dispositivos disponibles para los empleados que desean seguir una formación. En realidad, es un contrato que principalmente vincula a tres partes:
- el aprendiz, que no es otro que el empleado
- el formador
- la entidad de formación o el formador independiente.
Este documento contractual reúne todas las condiciones e información relacionada con una formación profesional. Por ejemplo, define las responsabilidades de los formadores y de las entidades de formación. También destaca los recursos pedagógicos disponibles para el aprendiz.
A veces, el PIF se convierte en un contrato cuadrilateral. Esto sucede cuando el gerente o el responsable de formación de la empresa se añade a la lista de participantes.
Es importante tener en cuenta que el Plan individual de formación existe desde hace años. Ha sido olvidado en el pasado. Pero la implementación de la certificación Qualiopi ha revitalizado su reputación.
Para información, esta etiqueta fue creada por el Ministerio de Trabajo. Está dirigida a formadores independientes y entidades de formación. Poseer esta certificación es una gran ventaja. Demuestra la calidad de la oferta formativa proporcionada.
El contenido del contrato del plan individual de formación
El contrato del plan de formación individual debe incluir varias rúbricas. De lo contrario, no será validado. Esta información incluye :
- Los objetivos de la formación,
- El programa y su contenido detallado,
- La duración y el plazo de acceso a la formación,
- Los métodos pedagógicos utilizados,
- Los métodos digitales utilizados,
- Los criterios de acceso al programa de formación,
- Los procedimientos de evaluación de los resultados del aprendizaje,
- La identidad de los formadores y del equipo docente,
- Información sobre las cualificaciones profesionales otorgadas al final del curso,
Las ventajas del plan de formación individual
La creación de un plan de formación individual se recomienda encarecidamente desde la aparición de la circular de la DGEFP en 2001. Hay que decir que ofrece una serie de ventajas.
Libertad para formarse
La existencia de este documento contractual permite a los trabajadores responder a una oferta de formación con total tranquilidad. Se beneficiarán del acuerdo del empresario, sobre todo si éste es uno de los firmantes del contrato.
Además, los trabajadores que deseen formarse ya no están obligados a optar por la formación en línea. La presentación del PIF les permite obtener una excedencia. También son libres de elegir entre la formación a tiempo completo o a tiempo parcial. Son igualmente libres de elegir entre cursos a distancia y cursos presenciales.
Hay que decir que seguir cursos a distancia no es moco de pavo. Algunas personas necesitan la presencia física del formador.
Hay que tener en cuenta que el plan de formación individual define el tiempo de formación. Así, si el contrato establece que la formación requiere 20 horas de trabajo, el empresario está obligado a aceptarlo. De este modo, el trabajador puede disfrutar de su derecho como aprendiz durante este periodo y trabajar en sus cursos.
El privilegio de elegir el curso adecuado
Como ya se ha dicho, este documento contractual contiene todas las condiciones de la formación profesional. De este modo, los alumnos tienen una mejor visión de conjunto de las cuestiones relacionadas con el aprendizaje. Pueden hacer sus propios planes basándose en la información de que disponen.
Hay que subrayar que los trabajadores no tienen derecho a impugnar las horas de trabajo mencionadas en el PIF. Sin embargo, la formación a distancia suele durar más tiempo. Se necesitan varias horas para dominar los conocimientos impartidos.
Consejos:
Antes de elegir un curso de formación, es esencial evaluar la importancia del trabajo que se va a realizar. Se trata de comprobar que no interferirá en su vida profesional. En otras palabras, hay que asegurarse de que la formación no le quite demasiado tiempo.
Asegurar su itinerario de formación
Muchos alumnos que han seguido un curso de formación en el marco de un proyecto de desarrollo de competencias o de reciclaje profesional se sienten decepcionados.
Algunos de ellos han descubierto que el programa no correspondía a sus necesidades reales, o que se sintieron estafados. Para evitar este tipo de decepciones, conviene crear un PIF.
La existencia de un plan de formación individual garantiza la seguridad de los alumnos. El formador está obligado a cumplir las obligaciones establecidas en el contrato. Lo mismo se aplica a la organización de la formación.
Por ejemplo, la organización de la formación debe proporcionar a los alumnos todos los recursos didácticos y materiales especificados en el contrato. Al final del curso, también debe entregar a los alumnos que hayan superado la evaluación la certificación prometida.
Por último, el plan de formación individual garantiza que los alumnos se beneficien de una formación subvencionable por el FPC. Por tanto, podrán obtener el acuerdo de sus empleadores.
Prueba de haber recibido formación
El Plan Individual de Formación es una baza importante para los trabajadores que desean progresar en su vida laboral o reciclarse.
Como se ha mencionado anteriormente, el PIF se ha vuelto cada vez más popular desde la introducción de la certificación Qualiopi. Este contrato puede utilizarse como prueba de que se ha llevado a cabo una acción de formación. También certifica que el curso responde a las necesidades del alumno.
A las empresas que buscan financiación también les interesa optar por cursos de formación certificados por Qualiopi.
Esto es todo por lo que respecta a este artículo sobre el plan de formación individual. No olvide seguir atento a nuestro blog para conocer otros tipos de contrato de formación.