La educación personalizada está de moda en estos momentos. Las empresas de capacitación y las instituciones, desde la primaria hasta el superior, se están alejando poco a poco de las clases magistrales presenciales.

Los alumnos y docentes necesitan proximidad, programas educativos adaptados y asesoría individual. 

Para satisfacer estas necesidades, la inteligencia artificial se ha vuelto muy útil en el sector académico. Sus sistemas y algoritmos permiten adaptar cada clase al perfil de cada alumno, incluyendo a los alumnos con capacidades diferentes. Existen diferentes tipos, en función de las necesidades de la institución.

¿Qué es la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial, o IA, es un conjunto de sistemas informáticos que imitan o mejoran las facultades cognitivas humanas. Una máquina con inteligencia artificial puede razonar, entender, aprender y tomar decisiones basadas en datos.

La inteligencia artificial puede provocar grandes cambios en los sistemas educativos. Esta tecnología es capaz de cambiar nuestra manera de aprender y enseñar. Por un lado, permite a los docentes impartir clases con mayor eficacia y rapidez. Por otro, facilita a los alumnos la asimilación de los conocimientos.

El uso de la IA también promueve el acceso a la educación a distintos tipos de personas. Es el caso de los programas interactivos en línea en los que los alumnos ya no tienen que desplazarse. Además, la inteligencia artificial permite adaptar el aprendizaje de acuerdo con la evolución de la enseñanza y del alumno. Se anticipa a las dificultades que puede encontrar cada individuo para que el docente pueda diseñar el mejor programa. 

Dicho esto, la IA se enfrenta a una serie de retos y requiere mejoras. Pero no le ha impedido revolucionar la educación en los últimos años.

¿Cómo puede ayudar la inteligencia artificial a la educación?

Las tecnologías de IA ofrecen importantes ventajas para la educación. Las herramientas de IA recopilan y analizan datos de cada alumno para mejorar la experiencia de aprendizaje.

Recopilar datos

Recopilar datos es un elemento clave de la IA en la educación. Recoge información sobre los resultados académicos del alumno y sus reacciones ante los contenidos pedagógicos. También permite identificar las dificultades a las que se enfrenta cada individuo para ofrecerle un aprendizaje personalizado.

Para ello se utilizan varias herramientas. En primer lugar, hay información demográfica, como la edad, el sexo y la nacionalidad, recogida en una plataforma de CRM (Customer Relationship Management – Gestión de Relación con los Clientes). Luego están los documentos de evaluación de los alumnos. Estos permiten observar su comportamiento en línea, como los enlaces en los que dio clic, las páginas leídas y el tiempo dedicado a cada tipo de contenido.

Algunas instituciones sofisticadas usan incluso sensores faciales para detectar la reacción y la emoción de cada alumno.

Analizar los datos

Una vez recopilados los datos, la IA utiliza algoritmos para procesarlos. De este modo, proporciona tendencias y correlaciones para facilitar la toma de decisiones. Esto permite identificar los puntos fuertes y las áreas de mejora de la clase. Así el docente puede adaptar su enseñanza basándose en los resultados de la IA para satisfacer las necesidades de cada alumno.

¿Cómo usar la inteligencia artificial para personalizar los programas educativos?

La inteligencia artificial aporta muchos beneficios a la educación. Contribuye a la igualdad de oportunidades y a la mejora de la política educativa. Para los docentes, es un auténtico asistente virtual que está revolucionando la enseñanza en el sistema académico. La IA permite: 

  • Gestionar de manera eficaz las tareas administrativas relacionadas con los ritmos escolares 
  • Proponer recursos pedagógicos adaptados a las necesidades específicas de la clase, de la evaluación y de los alumnos 
  • Aportar nuevas ideas para impulsar el proceso de aprendizaje en el sistema educativo

Las herramientas educativas basadas en la IA también facilitan la personalización de los programas educativos, utilizando los datos para:

  • Adaptar todos los cursos a las necesidades individuales de cada alumno, fomentando así una educación más igualitaria
  • Identificar rápidamente a los alumnos con dificultades e intervenir adecuadamente, apoyando los objetivos de la política educativa
  • Identificar a los alumnos avanzados que podrían beneficiarse de cursos acelerados

La inteligencia artificial también favorece el aprendizaje autónomo. Con el aprendizaje en línea, el alumno puede recibir un programa con módulos seleccionados de acuerdo con: 

  • Su propia manera de aprender y sus preferencias 
  • Sus evaluaciones anteriores 
  • Sus objetivos profesionales
  • Las mejores prácticas pedagógicas del sistema educativo nacional
  • Etc.

También hay Chatbots, como ChatGPT, que permiten hacer preguntas y recibir información sobre contenidos vistos en clase y evaluaciones. Incluso los alumnos pueden usar esta herramienta tecnológica para encontrar recursos académicos y mejorar su experiencia. 

¿Cuáles son los retos de la IA en la educación y el aprendizaje?

Las nuevas tecnologías relacionadas con la informática siempre plantean una pregunta: ¿qué ocurre con la seguridad de la información personal? A los usuarios, incluidos los alumnos, les preocupa su confidencialidad y el respeto de su intimidad durante las actividades educativas. Estos son los retos a los que se enfrenta la inteligencia artificial en el sector académico.

En primer lugar, está el sesgo algorítmico, que plantea graves problemas éticos en el contexto académico. Los sistemas de IA tienen en cuenta el sexo, la raza y diversos factores sociales que pueden dar lugar a una forma de discriminación y tener un impacto en el aprendizaje.

Pero la toma de decisiones se ha automatizado. Resulta difícil rastrear todo el proceso para corregir errores, que pueden afectar al éxito académico. También es complicado garantizar la transparencia en la toma de decisiones.

Además, los derechos humanos señalan la protección de la intimidad individual, que es una prioridad. Por ello, es fundamental obtener el consentimiento de cada alumno antes de utilizar sus datos personales en el sistema académico. Asimismo las instituciones deben garantizar la seguridad de esta información para evitar cualquier filtración en el contexto de la acción educativa.

Por un lado, es responsabilidad de los diseñadores de tecnología educativa garantizar el uso ético de la inteligencia artificial en la educación. Por otro lado, el gobierno debe establecer normas y legislaciones sobre el uso de la inteligencia artificial en la educación para garantizar el éxito del aprendizaje. También se debe capacitar a los docentes y a las instituciones sobre la necesidad de proteger los datos de todos para garantizar el éxito de la educación.

¿Qué áreas tienen más probabilidades de beneficiarse de la IA en la educación?

La inteligencia artificial tiene el potencial de transformar muchos aspectos de la educación. Pero, ¿quién puede beneficiarse realmente de la IA en el sector académico privado y público?

  • Empresas y programas de e-learning 
  • Instituciones de alta densidad (kinder, escuelas primarias, secundarias, preparatorias, educación superior, etc.)
  • Instituciones rurales (acceso a recursos educativos en línea, etc.)
  • Niños con necesidades especiales (dificultades de aprendizaje, discapacidades físicas, etc.)
  • Empresas de capacitación profesional 

Perspectivas de la IA en la educación

Las perspectivas de la IA en el sector académico son prometedoras. La inteligencia artificial favorece la integración de distintas tecnologías en el contexto educativo. Esto desempeña un papel esencial en el éxito académico. 

Esta mejora de la experiencia de aprendizaje se centra en el compromiso y el éxito de más alumnos, y está en consonancia con las políticas educativas actuales. La inteligencia artificial también facilita la educación inclusiva. Se adapta a todas las situaciones y ayuda a reformar la educación eliminando las barreras del idioma, la geografía, la discapacidad, etc. Para las empresas de capacitación y el servicio público de educación, la automatización de las tareas administrativas contribuye a la mejora progresiva de la calidad de la enseñanza. Pueden obtener información en tiempo real, algo esencial para el desarrollo del entorno escolar.