Realizar estudios y obtener un título se ha convertido en el camino básico para cualquier persona que desee tener una buena carrera profesional. La pregunta es: ¿es suficiente? Resulta que los recién graduados tienen dificultades para poner en práctica lo que han aprendido.

De hecho, estudios han demostrado que los estudiantes acumulan conocimientos teóricos. Pero cuando se enfrentan a una situación ambigua, ni siquiera saben cómo reaccionar. ¿A quién se le puede achacar la culpa? El método pedagógico que se concentra en la teoría podría ser la causa del problema.

Los educadores han encontrado una solución para superar este obstáculo. Esta solución consiste en integrar las simulaciones en línea o digitales en el aprendizaje. Los actores del sector de la formación profesional han adoptado este enfoque.

¿En qué consiste la simulación en línea en el aprendizaje?

¿Cuáles son sus beneficios para los estudiantes y los formadores?

Comprender bien qué es la simulación en línea en el aprendizaje

La simulación en formación se presenta como una situación real. El principio es exponer a los estudiantes a los problemas del mundo real, pero en un entorno seguro. ¿Cuál es el objetivo de todo esto? Ayudarles a poner en práctica sus conocimientos y aprender a reaccionar sin ningún riesgo.

Anteriormente, los formadores solo ofrecían estudios de caso. Esta es, por supuesto, una aproximación eficaz. Sin embargo, sigue siendo insuficiente. Es importante conocer los diferentes escenarios que podrían surgir. Pero también es necesario saber cómo gestionarlos.

Por eso, el formador debe probar la capacidad real de cada estudiante para resolver un problema o tomar decisiones. Aquí es donde entra en juego la simulación en línea.

El desarrollo de herramientas digitales ha facilitado su implementación. Requiere, de hecho, el uso de diversos equipos, incluidos:

  • computadoras,
  • una buena conexión a Internet,
  • un software eficaz,
  • un soporte técnico adecuado,
  • diversos herramientas adicionales como cámaras, auriculares o micrófonos.

El principio de funcionamiento de la simulación virtual

La simulación en línea se lleva a cabo en tres fases:

  1. Briefing inicial
    Comienza siempre con una sesión informativa en la que el formador debe explicar a los estudiantes el proceso y su desarrollo. También proporciona instrucciones claras y presenta los objetivos a alcanzar. Esta fase es importante porque facilita la realización de la simulación virtual.
  2. Simulación práctica
    Una vez realizado el briefing, la secuencia de simulación puede comenzar. Los estudiantes se lanzan al corazón de la acción. Asumen el rol de un trabajador activo que enfrenta uno o varios desafíos. Los participantes eligen las acciones a tomar basándose en los conocimientos adquiridos durante la formación y en función del problema que se les presenta.
  3. Análisis posterior
    Después de la simulación, llega la fase de análisis. El formador invita a los estudiantes a reflexionar. Esta es también una fase crucial. Permite a los estudiantes comprender mejor sus errores e identificar al mismo tiempo sus puntos fuertes.

Por supuesto, el formador debe hacer comentarios proporcionando opiniones profesionales y realizando críticas constructivas. También debe ofrecer consejos y trucos para mejorar las habilidades prácticas de los estudiantes.

Consejo: La simulación debe estar alineada con los objetivos de aprendizaje. Por lo tanto, es importante definir las habilidades que los estudiantes deben desarrollar antes de crear el escenario. El formador también debe armonizar la práctica de la simulación con otras actividades formativas.

Los beneficios de la simulación en línea en el aprendizaje

¿Por qué se debe integrar la simulación virtual en la formación? Aquí tienes una lista no exhaustiva de sus ventajas:

  1. Fomentar el aprendizaje basado en la experiencia
    La simulación en línea favorece el aprendizaje mediante la experiencia. El formador ofrece a los estudiantes una inmersión en el mundo real. Se convierten en actores reales y no solo en observadores que se limitan a leer y escuchar. Los estudiantes aprenden a:
  • tomar decisiones,
  • analizar la situación,
  • reaccionar en situaciones de emergencia,
  • tomar decisiones.

Por ejemplo, un comercial que debe volver a contactar a un prospecto. Está obligado a contactar con él y presentarle las nuevas ofertas. Los estudiantes aprenden todas las tácticas para tener éxito en una campaña de prospección. Pero en una simulación en línea, pondrán todo esto en práctica.

De este modo, podrán elegir los mejores argumentos a presentar. Los estudiantes también analizarán la situación y tomarán la decisión adecuada para mantener una buena relación con los prospectos.

Al finalizar la formación, los estudiantes no solo habrán adquirido nuevos conocimientos, sino que también habrán desarrollado sus habilidades prácticas. En otras palabras, la simulación en línea les ha permitido mejorar:

  • su conocimiento,
  • su habilidad práctica,
  • su actitud profesional.

Todo esto facilita la entrada de los estudiantes al mundo laboral. Incluir la simulación digital en la formación es, por lo tanto, un gran argumento comercial. Ayuda a atraer nuevos clientes.