Una formación sin evaluación no vale nada. De hecho, permite medir el rendimiento tanto de los estudiantes como de los formadores. ¿Han sido capaces de transmitir correctamente los conocimientos y habilidades? Las calificaciones promedio de los estudiantes lo revelarán.

Sin embargo, para una evaluación efectiva, es necesario hacer las preguntas correctas. ¿Qué tipo de preguntas hacer? ¿Y cómo formularlas? Aquí están todos los métodos y consejos para crear cuestionarios efectivos.

Definir los objetivos de la evaluación

Todo el cuestionario de evaluación se basa en sus objetivos. Las preguntas serán diferentes para verificar la comprensión de los conceptos básicos o para medir la capacidad de aplicar las teorías. También existen otros tipos de cuestionarios para monitorear el progreso.

Además, los objetivos de la evaluación dependen del programa de formación. A veces, el objetivo de la formación es transmitir información básica. Sin embargo, otros programas están orientados a adquirir habilidades más técnicas. Por lo tanto, los cuestionarios se orientarán en ese sentido.

Elegir el formato correcto del cuestionario

Una vez definidos los objetivos, será más fácil elegir un formato adecuado para el cuestionario. De hecho, no existe un formato universal. Cada tipo de cuestionario responde a un objetivo específico. Otros formatos pueden no ser adecuados para este tipo de evaluación.

Preguntas de opción múltiple (POM)

Este es el formato preferido por los estudiantes. Y por una buena razón: las preguntas de opción múltiple permiten respuestas rápidas sin necesidad de redacción. Además, las POM ofrecen pequeñas pistas sobre las respuestas. Así, los estudiantes sienten que están haciendo un concurso, lo que aumenta su participación.

En su forma más sencilla, el formato POM permite evaluar conocimientos superficiales. En una versión digital, también permite evaluar la capacidad de respuesta del estudiante.

Preguntas abiertas

Las preguntas abiertas abordan las limitaciones de las POM. Permiten tanto al evaluador como al estudiante profundizar en cada tema. Se utilizan para verificar la capacidad de análisis del respondiente. También es un punto de partida para aplicar los conocimientos adquiridos en la formación.

Preguntas de respuesta corta

Este formato es un compromiso entre las POM y las preguntas abiertas. Permite verificar la comprensión de los conceptos básicos y la capacidad de aplicar los conocimientos adquiridos. Sin embargo, las respuestas deben ser precisas y breves, mostrando que el estudiante retiene la información clave.

Escalas de evaluación

Este tipo de evaluación es precisa pero subjetiva. Se trata de recopilar la opinión de los estudiantes sobre el programa de formación. En una escala de puntuación, pueden expresar su comprensión de los contenidos. Los resultados reflejarán su satisfacción con la formación.

Formular preguntas claras y concisas

Para una evaluación efectiva, los estudiantes deben comprender bien las preguntas. Por lo tanto, las preguntas deben ser simples y directas. Qué evitar:

  • Frases en negativo,
  • Términos demasiado técnicos,
  • Paráfrasis.

Además, cada pregunta debe corresponder a un conocimiento específico. También podría ser divertido probar la atención de los estudiantes con preguntas trampa. Sin embargo, hay que utilizarlas con moderación.

Estructurar el cuestionario

Un buen cuestionario debe cubrir el conjunto de los conocimientos. Para lograrlo, prepara de 20 a 40 preguntas, organizadas de manera lógica. Una pregunta debe llevar a la siguiente, y así sucesivamente.

Además, comienza con preguntas simples para calentar la mente de los estudiantes. En las primeras líneas, se evaluarán los conceptos básicos de la lección. A medida que avanza el cuestionario, profundiza en los detalles del módulo. Las preguntas se volverán cada vez más complejas.

Adaptar las preguntas a las necesidades de los estudiantes

Hoy en día, cada vez más formadores ofrecen programas personalizados. Es completamente normal ofrecer cuestionarios personalizados. Para hacerlo, es necesario identificar los estilos de aprendizaje del estudiante. Si es posible, prepara varias opciones de evaluación. Cada estudiante podrá elegir lo que más le convenga.

Probar el cuestionario

Antes de integrar el cuestionario en el programa de formación, es mejor probarlo. Así se podrá evaluar su relevancia y atractivo. Primero, el cuestionario debe ser revisado por expertos en la materia. Luego, también debes compartirlo con otros colegas para verificar si las preguntas son comprensibles para los estudiantes.

Analizar la eficacia del cuestionario

Un cuestionario de evaluación no es definitivo. A lo largo de las sesiones, es importante ajustarlo según las novedades del programa de formación, las normas del sector, las exigencias de los estudiantes, etc.

La mejor manera de actualizar un cuestionario de evaluación es escuchar a los estudiantes. Observa sus expresiones faciales y analiza las respuestas abiertas para detectar si las preguntas son claras.

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