En un mundo laboral en constante evolución, marcado por el progreso tecnológico, los cambios económicos y la aparición de nuevas profesiones, la formación profesional es una cuestión de primer orden. Ya se trate de desarrollar competencias, de reciclarse o simplemente de seguir siendo competitivos en el mercado laboral, la formación se ha convertido en una necesidad para muchos trabajadores.

Trampolín hacia el empleo para los solicitantes de empleo y palanca de rendimiento para las empresas, la formación profesional tiene muchas caras. 

Desde los cursos de diplomatura a los cursos de certificación, pasando por el aprendizaje y la formación continua, hay muchas maneras de satisfacer las necesidades de cada uno.

¿Qué es la formación profesional?

La formación profesional es un proceso de adquisición de los conocimientos, competencias y aptitudes necesarios para ejercer un oficio o una actividad profesional. Es un aprendizaje que permite a los trabajadores o demandantes de empleo formarse, perfeccionarse o reciclarse en un ámbito profesional.

La formación profesional puede desarrollarse en varias etapas:

  • La formación inicial permite aprender los fundamentos de un oficio antes de incorporarse a la vida activa (CAP, Bac pro, BTS, etc.).
  • La formación continua se dirige a las personas que ya trabajan, ya sean asalariados, autónomos o demandantes de empleo. Su objetivo es mejorar las competencias, desarrollar otras nuevas o reciclarse.

La formación profesional responde a diversos objetivos, como mantener actualizadas las competencias, adaptarse a los cambios tecnológicos y económicos, favorecer la movilidad profesional y desarrollar la empleabilidad individual.

Los distintos tipos de formación profesional

  • Formación inicial: Curso durante el cual los alumnos aprenden los fundamentos de una profesión. Es una continuación de la escolarización.
  • Formación en alternancia: Incluye el contrato de profesionalización y el contrato de aprendizaje, que permite a los estudiantes alternar periodos de clases y de trabajo en una empresa.
  • Formación continua: Para personas que ya trabajan o tienen experiencia profesional, ya sean trabajadores por cuenta ajena, por cuenta propia o demandantes de empleo.
  • Formación en línea: Enseñanza sin la presencia física de un profesor.
  • Cursos de diplomatura: Conducen a un diploma estatal reconocido (BP, CAP, Bac, BTS, Licence, Master).
  • Cursos de cualificación: No ofrecen un diploma ni una certificación, pero tienen como objetivo hacerte inmediatamente operativo en una actividad.
  • Cursos de certificación: Cursos profesionales breves para personas que ya se han incorporado a la vida laboral, que conducen a una certificación.

Las ventajas de la formación profesional

Para los trabajadores:

  • Apoyo en su carrera profesional
  • Desarrollo de competencias y conocimientos
  • Mejora de la adaptabilidad y la apertura a los demás
  • Mayor confianza, autonomía y motivación
  • Oportunidad de desarrollarse dentro de la empresa

Para la empresa:

  • Mejora de las competencias de los empleados
  • Satisfacción y lealtad de los empleados
  • Refuerzo del rendimiento colectivo
  • Atracción de nuevos talentos
  • Mejorar la imagen de la empresa

¿A quién se recomienda la formación profesional?

La formación profesional se recomienda a cualquier persona que desee adquirir nuevas competencias, reciclarse, desarrollar su carrera o simplemente perfeccionar sus conocimientos en su campo de actividad. Está dirigida a trabajadores por cuenta ajena, autónomos y demandantes de empleo.

FAQ

¿Qué es la Cuenta Personal de Formación (CPF)?

La CPF sustituyó al Derecho Individual a la Formación (DIF) en 2015. Se trata de una cuenta en la que se acreditan las horas de formación que cada trabajador puede utilizar para financiar la formación conducente a la obtención de cualificaciones y certificaciones.

¿Cómo se financia la formación profesional?

Los cursos de formación pueden ser financiados por la empresa en el marco del plan de formación, por el trabajador a través de su FPC o por organismos como Pôle Emploi para los solicitantes de empleo.

¿Cuál es la diferencia entre la formación para la cualificación y la formación para la certificación?

La formación cualificadora tiene como objetivo hacer operativo un oficio sin otorgar una certificación, mientras que la formación certificadora conduce a una cualificación profesional o a un diploma.

En conclusión, la formación profesional representa una inversión de futuro, tanto para los individuos como para las empresas. En un entorno económico y tecnológico en constante evolución, el aprendizaje permanente se ha convertido en una necesidad si queremos seguir siendo competitivos y tener posibilidades de empleo.

Ya se trate de adquirir nuevas competencias, perfeccionar las propias en el propio campo o reciclarse, existe una amplia gama de cursos de formación disponibles para todos. Desde la formación inicial a los cursos de certificación, pasando por el aprendizaje y la formación continua, todo el mundo puede encontrar un curso que se adapte a sus necesidades y objetivos.

Más allá del aspecto puramente profesional, la formación aporta muchos beneficios personales, como el desarrollo de la confianza en uno mismo, la autonomía y la motivación. Es un verdadero trampolín hacia la autorrealización y la autorrealización.

Para las empresas, la formación de sus empleados es una palanca de rendimiento esencial, que contribuye a atraer y retener el talento, así como a impulsar la competitividad a largo plazo.

La formación profesional es, por tanto, una inversión beneficiosa tanto para los individuos, que desarrollan su empleabilidad, como para las organizaciones, que refuerzan sus competencias colectivas. Esto es esencial si queremos evolucionar y adaptarnos constantemente en un mundo profesional en constante cambio.