Hoy en día, las empresas y los formadores educativos adoptan diversos métodos para diferenciarse de la competencia. Entre todas las formas innovadoras de hacerlo, hay una forma divertida de formación que hay que probar: la gamificación. Aunque este proceso existe desde hace años, en la actualidad es cada vez más popular.
¿Qué es la gamificación?
También conocida como ludificación en francés, la gamificación es una estrategia que utiliza mecánicas de juego, fuera de su contexto básico. La gamificación permite lograr un mayor nivel de compromiso con una actividad.
En términos sencillos, hace que una tarea tradicional sea más divertida y atractiva porque se realiza en forma de juego. Como en un videojuego en el que se ofrece una recompensa tras completar una misión.
Durante miles de años, los juegos han sido una actividad atractiva que ha fascinado a mucha gente. Si lo pensamos, la vida cotidiana se ve como un juego. A veces perdemos, a veces ganamos; nos esforzamos por alcanzar nuestros objetivos. Ganamos experiencia.
Esta técnica de aprendizaje, la gamificación, utiliza los mismos códigos:
- El sistema de puntos. Cuando un usuario completa un desafío o una tarea, gana puntos.
- Los niveles. Según el progreso del jugador en el juego, hay varios niveles que superar.
- Las recompensas. Los puntos acumulados a medida que se avanza en los niveles se utilizarán para obtener recompensas (medallas, trofeos, accesorios adicionales, etc.).
- La experiencia. No solo los niveles ayudan a adquirir recompensas, sino también estatus. Cuanta más experiencia tenga un jugador, más ventajas tendrá acceso.
- Los objetivos a alcanzar. La competencia es un elemento importante que impulsa a un jugador a superarse y a seguir interesado en el juego.
En la gamificación, los « jugadores » son los aprendices, los empleados, los clientes o los prospectos. Al participar en esta experiencia lúdica, serán valorados mediante la asignación de una puntuación, una recompensa o una clasificación.
Dada la situación actual, es posible que los futuros comunicadores y formadores no puedan prescindir de la gamificación. Las ofertas en el mercado se multiplican y los « jugadores » elegirán aquellas que les permitan tener la mejor experiencia posible.
Los campos de aplicación de la gamificación
Actualmente, la gamificación se practica en todos los ámbitos: educativo, relacional, empresarial, etc. Ahora forma parte de las nuevas herramientas que se deben utilizar obligatoriamente. Aunque pueda parecer infantil, este soporte lúdico acelera la conciencia y la transferencia de información.
Dentro de la empresa
Introduce la idea de innovación dentro de una estrategia de comunicación digital, de formación, comercial, etc. De hecho, el « aprendizaje basado en juegos » es esencial para desarrollar habilidades y generar acciones específicas.
Por ejemplo, en el marketing digital, se utiliza ampliamente en los mensajes promocionales, especialmente en las redes sociales. Las empresas aprovechan el tiempo que pasan los prospectos en estas plataformas para utilizar este principio, sin ser demasiado invasivas.
A largo plazo, la gamificación servirá para aumentar la fidelización de los clientes interesados en la marca. Transforma completamente la experiencia del cliente y crea una relación personalizada con él.
Dentro de una formación educativa
Para ilustrar más fácilmente estos « serious games », tomemos como ejemplo la gamificación educativa. El primer paso consiste en concienciar a los aprendices para que se relajen, a través de situaciones lúdicas y desafiantes.
En el marco de la gamificación educativa, los participantes se ven involucrados en expresar sus opiniones, intercambiar ideas, trabajar en situaciones concretas, practicar casos prácticos, etc. ¿El objetivo? Mejorar y optimizar la experiencia para recordar mejor los conceptos aprendidos.
En el ámbito de la vida cotidiana.
Imaginemos ahora que un « jugador » debe realizar una tarea doméstica. Por cada tarea realizada, se le ofrecerá una recompensa. Partiendo de este principio, el quehacer doméstico estará asociado a la idea de recompensa y placer. Por lo tanto, ya no será tan tedioso de hacer.
Entonces, surge la pregunta: ¿hay límites? Los juegos educativos siempre deben cumplir con objetivos. Al tratar de entretener demasiado, los objetivos básicos pueden no alcanzarse, es decir, lograr compartir conocimientos, fidelizar o comprometer a la clientela.
Esta técnica requiere un verdadero profesionalismo. Es necesario combinar tanto el juego lúdico como completo, midiendo su impacto en el futuro. Por lo tanto, los formadores deben ser seleccionados cuidadosamente para evitar no obtener ningún beneficio. Además, la gamificación no debe restar seriedad a ciertas causas, especialmente en términos de ética.
El compromiso: el interés principal de la gamificación
Los prospectos están abrumados por la información y la publicidad, los « serious games » son una forma de captar su atención. Por lo tanto, desarrollar una estrategia de marketing en torno a este concepto permite atraer a nuevos clientes.
Como se mencionó anteriormente, los escenarios lúdicos fomentan la fidelización y el compromiso de los « jugadores ». En primer lugar, la fidelización es importante porque permite a los clientes recurrir varias veces a un mismo servicio. En segundo lugar, el compromiso demuestra su deseo de participar en la toma de decisiones de una marca.
La pedagogía a través del juego no solo tiene como objetivo hacer que una tarea sea divertida. Va más allá, ya que servirá para:
- Estimular una acción para que el « jugador » pase de la fidelización al compromiso.
- Cambiar un comportamiento para que el « jugador » esté más entusiasmado con la realización de una tarea.
- Crear un hábito elaborando una estrategia más efectiva para realizar una tarea.
Tanto en una empresa como en el ámbito educativo, el compromiso es, por lo tanto, lo más importante. De hecho, es él quien demuestra el interés de los « jugadores » hacia una causa o un área.
El diseño del juego puede ser realizado por formadores especializados, una agencia de marketing o por software de gamificación. Sin embargo, para que los resultados sean efectivos, es importante adaptar la estrategia a las expectativas.
¿Cuáles son los beneficios de la gamificación?
La gamificación, ya sea educativa o no, ofrece varios beneficios importantes que se deben conocer. El compromiso y la fidelización son los más conocidos, pero los efectos van mucho más allá.
Un aprendizaje interactivo y divertido.
¿Quién no ha soñado con aprender jugando? Gracias a la gamificación, esto se vuelve posible. De esta manera, los responsables de la formación pueden crear un contenido único.
Dado que todo es interactivo, los estudiantes tendrán más facilidad para integrarse en este universo y participar activamente en el juego. Al final, la gamificación educativa permite mejorar o incluso reinventar la experiencia, tanto para los formadores como para los estudiantes.
Un estudio ha demostrado que es más fácil recordar lo que se hace, hasta un 75 % más a través del juego. En lugar de pasar todo el tiempo revisando sus cursos o principios, la memorización se llevará a cabo a través de un aprendizaje lúdico.
Se crea un sentimiento de adicción.
Integrar los aprendizajes lúdicos dentro de una estructura aumenta el sentimiento de adicción. Es sabido que los videojuegos son adictivos en ciertos aspectos. El mismo sentimiento puede surgir hacia los objetivos de la gamificación, pero en el buen sentido.
La educación a través del juego genera un sentimiento de euforia natural que ayuda en el proceso de memorización de la información. Cada vez que se gana en un juego o se alcanza un nivel, el cerebro busca recompensarnos. Es en ese momento preciso cuando libera dopamina y es esa sensación la que nos impulsa a querer repetir.
La aplicación en tiempo real.
Otro beneficio es la posibilidad de poner en práctica lo que se ha aprendido. En ciertas formaciones y aprendizajes, se proporciona una gran cantidad de información sin que nunca se ponga en práctica.
La gamificación educativa ayuda a consolidar el aprendizaje de manera más efectiva. Permite aplicar lo que los estudiantes aprenden, pero en el mundo real. Gracias a los mini-juegos, estarán más capacitados para tomar decisiones y comprender su impacto.
Se valoran los comentarios y los intercambios
La gamificación permite construir y enriquecer la relación entre los participantes, los empleados y los aprendices. Proporciona retroalimentación en tiempo real para cuestionarse sobre lo que funciona y lo que no.
Gracias a ella, será más fácil alcanzar los objetivos educativos mediante la colaboración y evaluaciones regulares. A diferencia de aquellas empresas que solo realizan evaluaciones de desempeño una vez al año, los comentarios son mejor recibidos ya que el proceso de comunicación está mejorado.
El bienestar en el trabajo es mejor
Dentro de una empresa, ofrecer entretenimiento permite que los empleados se sientan mejor en su entorno laboral. Cuanto mejor se sientan, más productivos y motivados serán. Además, la creatividad de cada uno será estimulada.
En la actualidad, una empresa debe fomentar el bienestar de sus empleados para destacarse de la competencia. Además, los juegos educativos aumentan el compromiso de los empleados en su actividad diaria.
En resumen, la gamificación permite ofrecer una experiencia más interactiva a los « jugadores ». Se basa en un enfoque lúdico, interactivo y participativo. Sin embargo, será necesario definir el grado de seriedad que se debe mantener para no caer en la simple diversión y no generar ninguna acción.